Pequeñas Historias de...sueños prohibidos
Comienzo como cada día cuando el sol aún está dormido y los primeros pájaros empiezan a revolotear por la plaza principal donde, todavía hay luces encendidas que a mi paso se vana apagando una a una como diciéndome buen día. Preparo café, ese que me ayuda a comenzar la mañana y siento el primer síntoma de mi soledad, miro el monitor, comienzo a trabajar, sobre los correos recibidos, enciendo mi mensajero y te busco sabiendo que no te encontrare hasta media mañana, camino por la oficina, preguntándome porque?, porque hago esto, porque busco acercarme si tu respuesta es no, ahí es donde cierro los ojos y me dejo llevar por el recuerdo de pequeños encuentros de oficina, donde apenas cruzamos un hola, que tal?.
A media mañana me saludas por el mensajero y siento que el sol aparece de golpe. Entonces sabiendo que hay temas que no debo proponer, te invito a soñar, a lo que vos me contestas que puede ser peligroso, pero atractivo a la vez. Pasa un rato y las dos nos dejamos llevar por la imaginación, aunque ella también nos separe vivimos este sueño juntas, sin saber lo que nos depare.
Elegimos un lugar, una hora, un clima e imaginamos ser aquellas que no somos y que tal vez quisiéramos ser.
La sensación es rara, miro de costado la ventana y de repente el cielo se vuelve celeste, tan celeste que la paz que genera en mi, nunca antes la había experimentado cierro los ojos y siento como sí a lo lejos el mar acariciara esas piedras, un lugar, Ese soñado por mi, y con mucha luz, un momento, tus pausas que me hacen pensar, cuando después de cada pregunta que me formulas, te imagino frente a mi, con tus cabellos largos y tu figura imponente. Seguimos por un rato colgadas en el tiempo, pero como todo el sueño llega a su in. Mi cabeza ha quedado en algun lugar junto con mi cuerpo, lleno de raras sensaciones que no son más quie mis propios sentimientos que han encontrado un lugar en donde por un momento y junto a vos se sienten libres y sin testigos.
Te vas, me voy, nuestras vidas siguen pero se que de ahora en más nuestras miradas serán cómplices, de un viaje, un sueño que un día se nos ocurrió hacer, hacia ese lugar de nuestra imaginación, donde nada esta prohibido...
A media mañana me saludas por el mensajero y siento que el sol aparece de golpe. Entonces sabiendo que hay temas que no debo proponer, te invito a soñar, a lo que vos me contestas que puede ser peligroso, pero atractivo a la vez. Pasa un rato y las dos nos dejamos llevar por la imaginación, aunque ella también nos separe vivimos este sueño juntas, sin saber lo que nos depare.
Elegimos un lugar, una hora, un clima e imaginamos ser aquellas que no somos y que tal vez quisiéramos ser.
La sensación es rara, miro de costado la ventana y de repente el cielo se vuelve celeste, tan celeste que la paz que genera en mi, nunca antes la había experimentado cierro los ojos y siento como sí a lo lejos el mar acariciara esas piedras, un lugar, Ese soñado por mi, y con mucha luz, un momento, tus pausas que me hacen pensar, cuando después de cada pregunta que me formulas, te imagino frente a mi, con tus cabellos largos y tu figura imponente. Seguimos por un rato colgadas en el tiempo, pero como todo el sueño llega a su in. Mi cabeza ha quedado en algun lugar junto con mi cuerpo, lleno de raras sensaciones que no son más quie mis propios sentimientos que han encontrado un lugar en donde por un momento y junto a vos se sienten libres y sin testigos.
Te vas, me voy, nuestras vidas siguen pero se que de ahora en más nuestras miradas serán cómplices, de un viaje, un sueño que un día se nos ocurrió hacer, hacia ese lugar de nuestra imaginación, donde nada esta prohibido...
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lau -